Capitulo 8. Recuerdo:
>>Flashback (Recuerdo):
Nos encontrábamos en mi casa (la de corea, en la que hacía poco que vivíamos) el día de mi decimo cumpleaños. Usualmente no recibíamos visitas (ya que, como estudiaba en casa, no tenía amigos que no fueran mis padres, y no era que los deseara, para ser sinceros me gustaban las cosas de este modo), y aun menos este día, pero como uno de sus amigos tenía dos hijos, uno de mi edad y otro dos años menor, el los invito.
Al igual que siempre, mamá me peino y yo escogí la ropa, y antes de salir de la pieza me mire una última vez por el espejo: Tenía mis zapatillas negras favoritas, mis piernas (con moretones hechos por correr en el jardín) al descubierto, un short de jean claro, y una remera holgada color negra con mangas cortas y con un corazón blanco enorme en el medio; luego estaba mi cara natural y pálida, y mi cabello rubio oscuro y corto (que apenas me llegaba a los hombros) además, tenía una hebilla que combinaba con la remera.
Finalmente a la tarde llegaron los invitados de papá (se vestían bien, supuse que era porque papá era un empresario importante), el hombre, la mujer y el niño pequeño (que no se separaba de la madre) fueron con mis padres que les mostraron la casa; yo en cambio me dirigí sin dudar directamente hacia el chico de mi edad. Era más alto que yo, su cabello era negro al igual que sus pupilas y (por más de que era pequeño) su mirada era bastante profunda.
-Hola, me llamo Clío, ¿Y tú?-Pregunte acercándome a él con una sonrisa.
-Soy MyungSoo-El se quedo mirándome de pies a cabeza-¿Tus papas te dejan vestirte así?-Pregunto él, que tenia zapatos pantalón largo y una camisa mangas cortas.
-¿Por qué no lo harían?-Dije yo doblando mi cabeza-Es mi cumpleaños, estoy en mi casa, y nunca viene nadie aquí.
-Ah, supongo que tus padres te malcrían entonces.
-No soy malcriada, soy libre-Entonces, con mis manos atrás me puse frente a él-A ti en cambio aun te viste tu madre, y fuiste obligado a venir aquí.
Yo seguí caminando y el vino detrás de mí, y mientras nuestros padres se encontraban una habitación más adelante, yo iba junto a él a mi habitación, pero él se detuvo en la puerta.
-No puedo pasar a la habitación de una chica.
-Piensa como si fuera un hombre, no te costara tanto, tengo el pelo corto-Lo agarre de la mano y lo hice pasar, luego lo senté en la cama mientras yo buscaba algo en mi placar-Sácate esa camisa fea y ponte esta-Exclame sacando una camisa cuadrille de hombre de adentro de mi placar (a mi me quedaba enorme, pero como me había gustado le dije a mi madre que la comprara).
El se escondió dentro de mi baño y se puso la camisa, al salir lo peine bien con un peine y le puse un gorro de mi padre. El se miro en el espejo y sonrió, luego salimos de mi habitación y fuimos hacia donde estaban nuestros padres, pero en el camino me dijo:
-Nunca podría tener una novia como tú, tu pelo corto y que tengas ropa de hombre en tu placar… Pff, eres demasiado rara-A mi no me preocupaba eso, después de todo solo lo veía como un niño-Pero me gustas como amiga.
-A mí también me gustas como amigo.
Mas tarde su padre lo reto por usar ropa que no le pertenecía, pero cuando mi madre le dijo que estaba bien, mientras sonreía con esa risa tan cálida el no pudo decir nada. Al día siguiente MyungSoo me conto que su padre lo reto toda la noche, pero eso no lo detuvo para seguir viniendo todos los fines de semana y incluso quedarse a dormir.
El me caía bien, después de todo, era mi único amigo. <<
Luego de unos cortos minutos de viaje llegamos a la casa de Infinite. Dentro de ella estaban SungKyu, Hoya y DongWoo, que me esperaban con una torta (mas tarde me entere que ellos habían pasado la mañana entera haciéndola, ya que la que comimos fue la segunda torta de un quemado alrededor primer intento) con diecinueve velas prendidas, yo con una gran sonrisa las sople todas.
-¿Dónde está WooHyun?-Pregunte mirando alrededor, mientras que todos comíamos torta en el piso, (sentados de la misma forma que ayer, aunque yo tenía una manta sobre mi falda, así no me sentía incomoda por el vestido).
-Acá llegue-Exclamo el al entrar por la puerta, pero una pantufla voló de la mano del manager y le pego en la cabeza arruinando su gran entrada.
-¿Acaso estuvo ahí todo el tiempo esperando a que alguien lo nombrara?-Murmuro SungYeol, WooHyun le dijo que se callara, y esquivando a todos se acerco a mí dándome una pequeña caja.
-Espero que lo uses cada vez que vienes para acá-Menciono WooHyun mientras buscaba una porción de torta y un vaso de gaseosa.
Al abrir la caja me encontré con un pintalabios de marca cara (uno de esos que según la propaganda pueden durar unas 24hs) y al sacarle la tapa me encontré con una barra de un llamativo color rojo.
-¿Quieres que te lo aplique?-Me pregunto SungJong a mi lado, yo asentí, y él con cuidado me lo puso-Listo.
-¿Cómo me queda?-El se alejo un poco para verlo mejor.
-Te envidio, me gustaría ser mujer para tener unos labios como los tuyos-Yo me reí, pero al mirar a WooHyun para agradecerle el regalo, este hizo que se desmayaba sobre DongWoo (sentado a su lado).
-Si me miras otra vez juro que no soy responsable por lo que pase luego-Suspiro este, haciendo que todos me miraran.
Todos exclamaron que me veía muy linda, pero lo que más me gusto de eso fue la cara de L: Esa sonrisa alegre y su “te luce hermoso” me decía todo. Más tarde me mire en un espejo, el rojos me quedaban bien ya que resaltaban mis labios, pero para ser sinceros, a mi me gustaban mis labios naturalmente rosas.
-¿Ahora nos iremos de camping, no?-Dije mirando a MyungSoo una vez que terminamos la torta.
-En realidad, solo tú y yo iremos-Susurro el mirándome-Digamos que quiero pasar un tiempo a solas contigo, como antes- Yo sonreí, y luego asentí repitiendo sus últimas dos palabras.
A eso de las 12:30 nos estábamos yendo (los dos solos) a una plaza cercana, con no más que una cesta llena de comida y un mantel. Como el día estaba medio feo, nos pusimos debajo de un árbol y involuntariamente, mientras que poníamos el mantel y las cosas sobre él, un recuerdo floto sobre mi mente y se reprodujo de forma automática sin que yo apretara play.
>> Finalmente era mi decimo tercer cumpleaños.
Sinceramente no veía a MyungSoo desde hace unos días, ya que la atmosfera entre nosotros se había vuelto un poco rara desde su último cumpleaños, donde él me confesó que gustaba de mí. Al principio me puse nerviosa (después de todo me lo soltó luego de que le di su regalo, una cadenita con un dije de llave, estando los dos solos en su habitación), pero me había puesto feliz que recordara el día de campo que veníamos organizando, ya que aunque lo intentara de ocultar, el me gustaba, y mucho, incluso me había dejado crecer el pelo (ahora sobrepasaba mis hombros y llegaba a mi espalda) y había empezado a usar vestidos y zapatos sin tacos, todo por él.
-¡MyungSoo apúrate!-Grite yo.
El venía detrás de mí llevaba puesto una camisa cuadrille, el gorro de mi padre (ahora el gorro le quedaba bien, pero la camisa era otra, ya que la que yo le regale no le entraba mas), unos pantalones negros, unas zapatillas y por supuesto mi cadenita. Además traía una cesta con comida preparada únicamente por él y una sonrisa en los labios.
Nos pusimos en un debajo de un árbol (por la sombra) y acomodando todo para comer, gastamos nuestros primeros 10 minutos. Luego nos sentamos y él se encargo de servir gaseosa para los dos.
-Por tu cumpleaños-Menciono al brindar conmigo yo sonreí y choque su vaso, luego tome un sorbo.
La tarde pasó casi toda igual, prácticamente no hablábamos, solo comíamos y evitábamos toda la charla que se pudiera evitar, ya que (por la joven edad) ninguno de los dos tenía el valor de decirle a la cara las cosas que sentía por el otro. Pero en el momento indicado el saco algo de la cesta, se paro y se sentó junto a mí.
-Feliz cumpleaños-Dijo dándome una caja-Lo he elegido yo, así que no se si te gustara-Al abrir la caja me encontré con un perfume color lila, y luego de mirarlo por unos segundos me lo puse en las muñecas-No sé si te gustara…
-Me gusta-Conteste interrumpiéndolo sin darme cuenta-Es fresco-Entonces me eche un poco en el cuello-¿Lo sientes?
Entonces puse mi cuello para que él lo oliera, pero se acerco mucho, y para cuando me quise dar cuenta ya le estaba dando mi primer beso. Sus labios estaban sobre los míos y de apoco iba sintiendo como tímidamente su aliento mentolado se iba colando en mi garganta. Al rato nos separamos unos centímetros.
-Quiero que seas mi novia-Susurro él.
Pero yo en vez de contestarle con palabras, le di el si de una manera diferente, y soltando el perfume a mi lado, lo seguí besando. <<
De reojo mire a MyungSoo mientras acomodaba las cosas sobre el mantel con una sonrisa en la cara, prácticamente estaba igual a aquel día, lo único que le faltaba era el gorro de mi padre, (y yo sabía muy bien que era imposible que él tuviera exactamente ese gorro). Pero no me exaspere, y no pensé las cosas deliberadamente… ¿Pero qué tal si el aun sentía cosas por mi?
-MyungSoo-El se dio vuelta y me miro con esa sonrisa, rápidamente evite el tema por el que iba a preguntar-Esta lloviznando, ¿está bien que estemos aquí?
-No hace frio, y el árbol nos tapa la lluvia, así que no veo la razón para irnos-Supongo que me vio mirando el cielo y interpreto mi mirada como miedo-No te preocupes, estás conmigo, yo te voy a cuidar si algo pasa, como antes.
Yo le sonreí, me senté a su lado y empezamos a comer, mientras hablábamos de todo lo que no habíamos hablado en todo este tiempo. Ciertamente, se sentía como antes, pero para ser sinceros eso no me gustaba demasiado.
>> Hoy era el día. No solo cumplía diecisiete años, y era mi cuarto aniversario con MyungSoo, sino que además íbamos a tener toda mi casa para nosotros (mis padres se habían ido de viaje por trabajo dejándome toda la casa para mi sola). Prácticamente ya estaba todo planeado, el tenía que llegar a eso de las ocho de la noche a mi casa (ya tenía una copia de las llaves desde hacía unos años), yo lo esperaría con la comida ya hecha, y como postre… bueno, por primera vez íbamos a poder hacer eso que solo hacen los adultos.
Pero eran las 20:30 la comida ya estaba servida, las velas estaban prendidas y yo aun seguía sola; entonces llego un mensaje al celular: “Voy a llegar a las diez, ve comiendo sola. Como recompensa te tengo un regalo de cumpleaños único”. Al principio no me molesto, pero luego cuando recordé lo importante que era todo esto para mí, tire toda la comida a la basura, y aun vestida, me tire a dormir al sillón. Lo más molesto de todo esto es que venía pasando desde hacía ya varios meses: Llegaba tarde a las citas, me dejaba plantada, aparecía cansado, se enojaba con facilidad, hablaba de forma grosera y me ignoraba. Para resumir, eran cosas que hacían que lo nuestro empezara a fallar, e incluso que yo empezara a dudar sobre lo que yo sentía por él.
-Despierta-Susurro alguien, al abrir los ojos el estaba frente a mí con una caja negra en sus manos que tenía mi nombre en una tarjetita.
Tenía una camisa cuadrille y el gorro de mi padre puesto, así que en un principio no pude evitar sonreír, pero al ver el reloj y su cansado rostro la sonrisa se borro por completo.
-¡Has vuelto a hacer lo mismo!-Exclame levantándome del sillón para luego pararme frente a él (que estaba sentado). El me ignore-¿Acaso no tienes vergüenza?-Yo mire hacia la chimenea prendida durante unos segundos hasta que mi vista se movió a su teléfono móvil que se encontraba sobre una mesita junto al sillón, así que con rapidez camine unos pasos y lo tome, pero él se levanto (dejando la caja negra sobre el sillón), forcejeamos un rato y finalmente me lo quito de la mano para guardarlo en el bolsillo de su pantalón (quedando parado frente a mi)-¿Cuántas son?
-¿Qué?-Pregunto el mirándome fijo con una mirada intensa, pero no retrocedí y me acerque un paso más hacia él.
-¿Con cuantas chicas me engañas? Una, dos…-El miro a un lado evitando mi mirada, pero yo no perdía sus ojos de vista-Encima vienes con ese gorro-Velozmente se lo saque de la cabeza y caminando unos pasos, lo tire dentro de la chimenea-¿Cuando entenderás que ese gorro no es para nada importante? Te lo pregunto, porque lo usas cada vez que haces algo mal-Grite observando cómo sus pupilas miraban las lagrimas de tristeza y furia que caían de mis ojos.
-¿Crees que te engaño?-Yo asentí varias veces-¿En serio?-Volví a asentir, entonces tomo una bocanada de aire y se desplomo sobre el sillón-¿Quieres que te cuente la verdad?-Respondiendo con un si él empezó a hablar una vez-Cumplí mi sueño, logre unirme en un grupo de música, ya sabes, esos que hacen coreografías y cantan en la tv, como Súper Junior, SS501 o H.O.T en su momento.
-Aun no entiendo nada… ¿Cuál es el problema con eso?
-Déjame terminar de hablar, y ahí entenderás todo-El tomo aire profundamente y siguió hablando, yo mientras miraba el piso-Antes de debutar, se deben hacer mil cosas, entre ellas ensayar todo el día, por eso es que siempre llego tarde y cansado. Pero el verdadero problema no es ese-Dijo él, que nervioso se empezó a refregar la frente y tirar el pelo hacia atrás-Yo no debo salir contigo, se supone que no debo tener novia (es malo para la imagen), pero yo les mentí a los Hyungs, y les dije que estaba soltero, por eso es que la mayoría de veces ni siquiera puedo contestar tus llamadas-Lentamente fui caminando hasta la chimenea, observando cómo se terminaba de quemar el gorro de mi padre-Hace unos meses les hable de ti a los integrantes, y el líder me dijo que iba a ser mejor que te dejara, ya que no iba a ser capaz de verte ni siquiera un día una vez que debutáramos-De pronto se hizo un silencio y escuche sus lagrimas, pero no fui capaz de mirarlo y me puse a ver mi reflejo en el espejo sobre la chimenea.
Yo ya no parecía yo. Tenía mi pelo largo agarrado con un peinado prolijo, maquillaje por toda la cara (BBCream, polvo traslucido, sombra, delineador, rubor y labial puesto) un vestido corto muy femenino y sensual (para la ocasión) y unos zapatos de tacos altos. Ciertamente era raro, mientras él quería ser como yo, yo me iba convirtiendo en otra persona totalmente diferente a mí y más parecida al estatus de mujer que él me dijo en un comienzo. Luego de mirarme por segunda vez con urgencia empecé a aborrecer profundamente mi propia imagen, ¿En qué me había convertido? Ni siquiera mi forma de pensar parecía mía.
-Pero cada vez que intentaba dejarte, mi corazón latía muy fuerte y las palabras se enterraban en el fondo de mi corazón ¿Sabes lo feo que es pensarme sin ti y pensar que te causare dolor si no lo haces?
Ciertamente a mí también me causaba dolor eso, me era muy difícil pensarme a mi sin antes detenerme aunque sea un segundo a pensar en el, ya que mi imagen lo invocaba a él y viceversa. Pero para ser sincera, yo sabía lo mucho que él quería esto, era su sueño, y tenía todo para lograrlo, yo solo era una pieza en el medio que no podía deshacer. Pero ya no mas…
Dando media vuelta mire su rostro lleno de dolor que se había puesto colorado y húmedo por sus lágrimas, y con la mirada más fría que alguna vez hice (conteniendo todas mis lágrimas por lo que iba a hacer), me encamine hacia él que se me quedo mirando y que con solo un segundo supo exactamente lo que yo iba a hacer, así que se paro frente a mí y dejo de sollozar, aunque las lagrimas seguían cayendo fuerte y silenciosamente.
-No-Murmuro él, yo me lo quede mirando aun seria, entonces me tomo de los hombros y me sacudió-No debes hacerlo, no hace falta, renunciare a esto si hace falta, pero no lo hagas.
-Lo siento, pero no-Susurre mirándolo-Terminamos.
-No, no terminamos.
-Myungsoo, este es el fin-Mencione, el entonces se agarro la frente, intentando comprender lo que pasaba.
-Dime una razón por la que debamos separarnos, y yo me iré de aquí.
Mire el piso, y volviendo a subir la mirada a sus ojos llorosos, empecé a mentir y exagerar la cosas, no porque quería, sino porque sabía que en un futuro, esto iba a hacer lo mejor para él.
-¿Enserio quieres escucharlo?-El asintió, y como si alguien hubiera gritado “Acción” empecé a actuar como si aun estuviera metida en el personaje que había convertido para el (aquel que usaba el vestido y los tacos que yo estaba usando en ese momento)-Estoy cansada de que llegues tarde y me plantes en todo el tiempo; segundo tu forma de actuar y hablar, enserio, es detestable. Me ignoras, me olvidas y solo apareces cuando tienes ganas ¿Eres mi novio o solo un mal amigo?-El bajo la cabeza y no la subió, yo entonces lo empuje como si estuviera enojada-¿Acaso te crees mejor que yo o de cualquier mujer? Estoy cansada de eso. Me tienes solo cuando tienes ganas, y luego te haces el idiota.
Entonces le empecé a golpear los brazos haciendo que empezara a caminar para la entrada, y cuando estaba caminando solo para la entrada se quedo a mitad de camino, entonces tuve que hacer algo que jamás se me hubiera cruzado por la cabeza pero como la situación lo ameritaba, lo hice. Volví al living, agarre la caja negra (que ni siquiera había abierto) y con furia se la tire hacia el pecho haciendo que la caja callera aun cerrada sobre el suelo. Entonces le dije la mentira más horrible del mundo.
-¿Acaso no lo entiendes? No te amo mas, te aborrezco… ¡TE ODIO!-Grite, el me miro sorprendido a los ojos, tomo una bocanada de aire y agarro la caja del suelo y su mochila junto a la entrada.
-Lo siento, si así serás feliz me iré, pero quiero decirte que nunca olvidare todas las cosas que vivimos juntos-Dijo y pude sentir como en cámara lenta él se iba y se rompía mi corazón.
Cuando finalmente se fue, empecé a llorar de forma desconsolada y pude sentir como me ahogaba en mis propias lagrimas.
La semana que siguió de esta nos mudamos de barrio con mis padres (que obviamente sabían toda la verdad). Y con el pasar de los meses fui olvidando y ocultando (por el bien de los dos) todo lo que me recordaba a L, incluyendo aquel sentimiento de amor<<
-Yo sabía que era mentira-Menciono él observando la lluvia, mientras yo le terminaba de mandar un mensaje a Changjo.
-¿Qué cosa?-Pregunte sin entender nada.
-Lo que dijiste la última vez era mentira, solo lo hiciste por mi bien ¿O me equivoco?
-No te equivocas-Luego de que dije eso ninguno de los dos hablo por unos minutos, hasta que el me miro fijo.
Su rostro inmutable y sus ojos que nadaban entre mis pupilas con esa mirada profunda me decían absolutamente todo lo que él me estaba por decir. Entonces mientras el abría sus labios y empezaba a hablar, mi cerebro se puso a buscar la respuesta indicada para lo que iba a escuchar.
-Te amo-Confeso mirándome a los ojos, yo lo mire, pero no pude retener sus ojos así que baje la mirada, y como si hubiera leído mi mente dijo:-Te estás enamorando de uno de ellos, ¿no?
-Lo siento-Lentamente levante la cabeza con una sonrisa en los labios-Yo te amo mucho pero es diferente. Te amo como mi mejor amigo, como esa persona a la que puedo buscar siempre que tenga un problema y me sepa comprender-Dije esperando que entendiera, el entonces sonrió y miro a un lado-Realmente lo siento mucho.
-Eres una tonta-El se paro, se acerco a mí y arrodillándose a mi lado me abrazo cálida y firmemente, yo le devolví un abrazo, luego me tomo el rostro con sus dos manos y me sonrió con esa sonrisa única-Yo solo quiero tu felicidad, y si estas feliz con uno de ellos entonces yo también estoy feliz.
-¡CLÍO!-Grito alguien, entonces los dos miramos al lugar donde provenía el grito. A unos cien metros bajo un paragua se encontraba L.Joe con su peluca marrón, un gorro negro, un barbijo negro, una mochila en la espalda y un paraguas que acababa de abrir para protegerse de la lluvia (se notaba que había venido corriendo, porque se encontraba mojado y respiraba de forma agitada).
El me ayudo a levantarme, me beso la frente con una sonrisa y luego me alcanzo mi cartera.
-Ve con él, y no te preocupes, yo voy a estar bien mientras que tú estés bien-Yo lo abrace fuerte, me puse la cartera y luego fui corriendo bajo la lluvia hasta donde esta L.Joe, pero a mitad de camino me di vuelta (para ese momento ya me encontraba completamente mojada).
-Te quiero-Exclame haciendo la forma de un corazón con mis brazos, el sonrió y hizo lo mismo que yo, luego termine de recorrer la distancia que quedaba entre L.Joe y yo.
-¿Qué haces acá?-Pregunte mientras me refugiaba bajo su paraguas negro.
-Digamos que justo estaba jugando con el celular de Changjo cuando llego tu mensaje y opte por no decirle a nadie y borrar el mensaje... Pero no te preocupes, traje todo lo que le pediste-Menciono el señalando la mochila.
-Eres tremendo-Exclame mirándolo con una sonrisa, el se quito de un lado el barbijo para que yo pudiera ver su sonrisa mientras me guiñaba el ojo, luego se volvió a poner el barbijo.
Caminando llegamos a un lugar de juegos y con las cosas que le había pedido fui al baño. A los pocos minutos salí con un par de zapatillas azul oscuras mías, un pantalón negro al cuerpo (las dos cosas estaban en la casa de ellos, ya que yo las dejaba ahí por si las necesitaba), una remera de mangas cortas negra y un buzo de un azul parecido al de las zapatillas (ambas cosas pertenecían a L.Joe, así que me quedaban algo grandes).
-Te traje ropa mía, ¿No hay problema con eso no?-Mientras decía eso, el guardaba la bolsa mi ropa mojada y mis zapatos dentro de la mochila.
-No, me va bastante bien así que no pasa nada-Yo me lo quede mirando un rato mientras me peinaba el pelo (que se había enredado un poco por la lluvia) con mis dedos.
-¿Jugamos un rato? Digo, ya que estamos aquí y es tu cumpleaños… ¿Por qué no festejar un rato?
-Mi dinero se ha mojado cuando se me cayó la billetera en la calle-Comente recordando lo que había pasado diez minutos atrás mientras buscaba el celular en mi cartera y sin querer deje caer mi billetera-Aunque aún tengo las tarjetas de crédito.
-Invito yo, no te preocupes.
Yo le sonreí y aunque no pude ver por el barbijo, note como sus ojos se cerraban por la sonrisa que se ocultaba detrás de su máscara de anonimato. Pasamos todo el tiempo jugando hasta eso de las seis de la tarde, cuando finalmente retomamos el camino a casa bajo el mismo paraguas.
-Así que se confesó-Murmuro (luego de que yo le contara lo que había pasado) mientras yo lo tomaba del brazo para estar más pegado a él y no caer bajo la lluvia.
-Sí.
-Y le dijiste que no.
-Exactamente.
-Bueno… uno menos en la lista-Luego me miro y me guiño un ojo-Ahora me faltan dos.
-Estás loco...
-Por ti, y tu por mí, ya lo sé, no me mientas-Entonces lo golpee en el hombro y luego los dos empezamos a reír.
Aunque muchas veces era algo imprudente (y sabía que era por mi culpa), L.Joe también tenía ese encanto especial que tanto me gustaba. El me aceptaba tal cual era yo y yo lo aceptaba tal cual era el (incluso aunque fuera molesto). Era graciosamente misterioso como me podía agradar tanto una persona como él, ni siquiera yo lo comprendía, pero no iba a mentir… me encantaba que fuera así.
A los diez minutos, llegamos finalmente a la casa de ellos. Yo al igual que siempre entre, me puse mis pantuflas y pase al living, pero este se veía totalmente diferente: Había globos de colores por todos lados, guirnaldas y carteles por las paredes, una torta del color de mi pelo con una vela en forma de 19 sobre en la mesa y un gran feliz cumpleaños colgado del techo. De pronto de atrás del sillón y la mesa saltaron los integrantes (que llevaban cosas de cotillón como vinchas con moños, anteojos coloridos y otras cosas más) y muy fuerte gritaron:
-¡FELIZ CUMPLEAÑOS!
Yo, aun sorprendida, di una mi mejor sonrisa en forma de agradecimiento.
De pronto L.Joe me abrazo poniendo sus brazos sobre mi cintura, me dio un beso en la mejilla con sus labios suaves y luego…
-Feliz cumpleaños Nuna-Susurro suavemente en mi oído, dándome un dulce escalofríos.
Al parecer, mi día finalmente iba a tener un final feliz.
